Los edificios han avanzado sigilosos hasta la primera línea de la playa. Se han acercado como bañistas temerosos que tantean la temperatura del agua en el primer baño del verano.
Al otro lado aguarda el mar, tranquilo y silencioso como una criatura sin miedo. El mar es una divinidad geológica; esos edificios no le dan ningún miedo porque sabe que pronto serán ruinas, después polvo, y al final olvido.
Se nos han acabado los mapas. Ni continentes desconocidos ni viajes al centro de la tierra: no nos queda nada por descubrir.
Sólo avanzar y avanzar hasta llegar al final, al límite de lo conocido.
Avanzar y avanzar aun destrozándolo todo. No hay piedad ni hay amor porque las almas son desalmadas, quizás algún día recuperemos la tierra.
Las fotos preciosas, en gris, como a mí me gustan porque la vida en gris es mejor que en blanco y negro.
Pero de vez en cuando el mar se rebela ante tanta sinrazón, y aunque en los mapas no quede nada por descubrir, hay lugares que el hombre nunca sabrá ver y están a salvo.
Esa es mi esperanza ante tanta desolación.
MS allá hay monstruos.
Aquí el hotel vela creo que esra dentro del agua, sino , poco le falta.
la foto del polígono es actual?
esas casas triangulares son sospechosisimas. Yo diría wue es una instalación secreta. ¿ porque no hay nadie al lado? solo les han dejado construir a ellos? Seguro que es una base de espias. ¿ No había una ley de costas o algo así?
AbrZooo
Qué bonitas debían ser las playas, las costas, el litoral… hace cien o doscientos años….
Qué horroroso es todo ahora.
El otro día vi un vídeo de un viaje a la “paradisíaca” Bali y joder…. es como Lloret de Mar o Magalluf o Benidorm… la globalización de lo cutre no hace más que aumentar.
El tiempo no tiene piedad con nada TONYERIK, lo único a lo que podemos aspirar es a aguantar un poquito más, pero el final será el mismo.
Son palabras tristes las que nos traes hoy, El asceta, pero no puedo llevarte la contraria. Quizás no todas las almas hayan perdido su alma, pero sí una gran mayoría que son las que, al final, marcan el rumbo de esta humanidad desnortada.
La vida son grises, una escala infinita de grises al fondo de los cuales aguardan los blancos y los negros. A mi me gustan los grises, esos grises que nunca se acaban, gracias 🙂
Lo hará, alessandrinimaria, no tengas ninguna duda de que acabará por hacerlo… es inevitable.
Creo, Eva, que los rincones que quedan por descubrir, son los que llevamos en nuestros corazones, en lo más profundo de nuestros cerebros de primates con ínfulas. A esos lugares nos aterra llegar, así que sí, están a salvo.
Creo que hice la foto por eso mismo, gabiliante, esas casas triangulares me resultaron, no sé si sospechosas, pero sí grotescas. Una base de espías, o de iluminatis, tiene todo el sentido del mundo… Sospecho que la ley de costas tiene más agujeros que mi cuenta corriente. También es verdad que jugué un poco con la perspectiva para “meterlas más encima de la foto”.
Son actuales, sí, de hace un año y poco… lo mismo el mar ya se lo ha llevado todo.
Eso es cierto, Citu, el tiempo es un concepto que, por mucho que lo acotemos en relojes y calendarios, siempre se nos escapa.
Un abrazo
Lo único bueno de esa globalización, Toro Salvaje,es que nos movemos como borregos siempre a los mismos lugares y, por pura compensación, dejamos otros libres. Al final lo mejor es viajar usando una guía turística como base de sitios a los que no debes de ir 😉
Dicen que hay edificios que se han atrevido aún más allá de la costa, que han mojado sus cimientos con el agua salada y han sido derruidos en un santiamén.
hubo otros que armados de otros componentes, pudieron ir más allá y lograr que la azotea sea cubierta por las aguas; lo inevitable fue que ya no pudieron volver a la orilla, se quedaron en el fondo y fueron habitados por criaturas del mar, con aletas y otras con hojas y musgosas.
Nunca más salieron.
Es increíble como se construye en sitios absurdos…
La pobre Tierra está ya saturada, y el pobre mar no tiene ni sitio…
Triste mundo… Tus fotos bien lo reflejan
Sospecho, Diego Jambrina, que será la humanidad la que acabe enterrada en el mar, al menos en lo que se haya convertido el mar cuando terminemos de envenenarlo.
No deja de sorprenderme, además de entristecerme, Cabrónidas, lo actuales que son letras de hace, ¿cuánto?, veinte años?? cuenta de prometer
El reino de los cielos
Algunos vivillos
Lo que están haciendo
Es su propio cielo
Particular en la Tierra
Quizás allí sean felices, Etienne, en vez de soportar humanos y su absurda competitivdad, cobijan a peces que son felices siendo simplemente peces… me gusta tu visión.
Me sorprendió, Milena, empecé el paseo por una zona sin apenas gente y muy bonita y, un poco más allá, aparecieron esos edificios asomándose al mar como una amenaza. Me dio pena, no entiendo la necesidad de arañar hasta el último metro de tierra.
Realmente es vergonzoso, demencial e inadmisible que se construya tan cerca de la primera línea de mar. A nadie le sorprende ya a estas alturas, es un tema sabido, pero la poca fe que uno pueda tener en la civilización se esfuma. La maldita especulación, la maldita avaricia. Lo diré esta vez sin pelos en la lengua, en absoluto: la puta economía de mierda, el puto “crecimiento” de mierda, el puto “progreso” de mierda… y así estamos destrozando el planeta. Me parece claro, de alarmismo nada… Groenlandia se cae a trozos por el deshielo. El Mediterráneo batiendo récords de temperatura del agua (propios de mares tropicales, como en el Golfo de México)… así que lo de construir así es el enésimo ejemplo de catástrofe. Miami cada vez va siendo más engullida por las aguas, por lo que sé… así que está claro dónde acabarán todas estas construcciones cuando los mares suban de nivel… indefectiblemente, que lo harán…
Necesitamos un reseteo urgente del planeta y de la “humanidad”… ja ja ja.
Me ha encantado la imagen de los edificios “como bañistas temerosos que tantean la temperatura del agua”. Resulta muy expresiva y un poco inquietante.
Y el mar desdeñoso, como diciendo: “Acercaos, acercaos, que ya sabré yo qué hacer”.
Y pensar que quitaron a los dinosaurios y nos pusieron a nosotros…
” El bienestar para todos ” implica las consecuensias muy graves , según parece. ¿ O simplemente no sabemos gestionarlo? El problema es , cuando lo aprenderemos, será muy tarde Un abrazo.
Quizás el mar se vengue algún día, reclamando el espacio que le ha arrebatado el cemento (ya lo ha hecho alguna vez, como lo ha hecho el agua de lluvias torrenciales en las ramblas ocupadas hasta el yeyuno por construcciones irresponsables). Si vemos las fotos nocturnas tomadas desde satélites, se observa que ya quedan muy pocos enclaves oscuros (o sea, vírgenes) en la costa mediterránea. Si las fotos fueran diurnas y estivales, se vería una franja continua rosada, de barrigas chamuscándose al sol.
La sensación que tengo, अनत्ता 光 心, es que se hacen las normas llenas de agujeros para poder romperlas pero que parezca que “hacemos algo”. Y, claro, tampoco se aplican por igual, no es lo mismo si tienen que tirarte una casita que heredaste de los abuelos, que un bloque de apartamentos o un hotel. El progreso, que lo llaman.
Hemos hablado muchas veces de estos temas, y siempre llegamos a la misma conclusión, ¿verdad? No haremos nada, seguiremos acelerando hasta el desastre final. Y, cuando se produzca, fingiremos sorpresa y pondremos cara de no saber lo que ha pasado. No tenemos remedio
El mar sabe que la victoria es suya, Ángeles. Los edificios no se han dado cuenta, pero el mar estaba un par de centímetros más lejos hace unos años, antes de que lo comprendan ya serán una ruina, que es lo mismo que decir que ya son una ruina.
Supongo que hay una parte de egoísmo, laacantha, nadie quiere dar un paso hacia la incomodidad. Siempre que hay que tomar decisiones complicadas miramos al lado y pensamos, ¿por qué tengo que ser yo quien sacrifique algo? Y, claro, los que más tienen son los que pueden hacer leyes a su medida para no sacrificar nada. Estamos en medio de un círculo cuya salida no tiene una solución sencilla.
Es curioso, Diego, porque precisamente la frase de ya no queda nada por descubrir, la escribí tras contemplar una de esas fotos que comentas, fotografías nocturnas desde un satélite. Apenas quedaban trozos sin un puntito de luz, no hemos dejado un trozo sin rellenar.. Me ha hecho gracia lo que comentas de las fotos diurnas, me han recordado a las fotos de las focas tumbadas en las piedras al sol 🙂
18 Comments
tonYerik
Que al final terminara por engullirlos con el tiempo.
Salud.
El asceta
Avanzar y avanzar aun destrozándolo todo. No hay piedad ni hay amor porque las almas son desalmadas, quizás algún día recuperemos la tierra.
Las fotos preciosas, en gris, como a mí me gustan porque la vida en gris es mejor que en blanco y negro.
alessandrinimaria
El mar un lugar para soñar, esperemos que no nos engulla a todos esos horribles gigantes.
Abrazo
Eva
Pero de vez en cuando el mar se rebela ante tanta sinrazón, y aunque en los mapas no quede nada por descubrir, hay lugares que el hombre nunca sabrá ver y están a salvo.
Esa es mi esperanza ante tanta desolación.
gabiliante
MS allá hay monstruos.
Aquí el hotel vela creo que esra dentro del agua, sino , poco le falta.
la foto del polígono es actual?
esas casas triangulares son sospechosisimas. Yo diría wue es una instalación secreta. ¿ porque no hay nadie al lado? solo les han dejado construir a ellos? Seguro que es una base de espias. ¿ No había una ley de costas o algo así?
AbrZooo
Citu
Todo el tiempo vamásalla de los limites de los que conocemos lo sepamos o no. Te mando un beos.
Toro Salvaje
Qué bonitas debían ser las playas, las costas, el litoral… hace cien o doscientos años….
Qué horroroso es todo ahora.
El otro día vi un vídeo de un viaje a la “paradisíaca” Bali y joder…. es como Lloret de Mar o Magalluf o Benidorm… la globalización de lo cutre no hace más que aumentar.
Beauséant
El tiempo no tiene piedad con nada TONYERIK, lo único a lo que podemos aspirar es a aguantar un poquito más, pero el final será el mismo.
Son palabras tristes las que nos traes hoy, El asceta, pero no puedo llevarte la contraria. Quizás no todas las almas hayan perdido su alma, pero sí una gran mayoría que son las que, al final, marcan el rumbo de esta humanidad desnortada.
La vida son grises, una escala infinita de grises al fondo de los cuales aguardan los blancos y los negros. A mi me gustan los grises, esos grises que nunca se acaban, gracias 🙂
Lo hará, alessandrinimaria, no tengas ninguna duda de que acabará por hacerlo… es inevitable.
Creo, Eva, que los rincones que quedan por descubrir, son los que llevamos en nuestros corazones, en lo más profundo de nuestros cerebros de primates con ínfulas. A esos lugares nos aterra llegar, así que sí, están a salvo.
Creo que hice la foto por eso mismo, gabiliante, esas casas triangulares me resultaron, no sé si sospechosas, pero sí grotescas. Una base de espías, o de iluminatis, tiene todo el sentido del mundo… Sospecho que la ley de costas tiene más agujeros que mi cuenta corriente. También es verdad que jugué un poco con la perspectiva para “meterlas más encima de la foto”.
Son actuales, sí, de hace un año y poco… lo mismo el mar ya se lo ha llevado todo.
Eso es cierto, Citu, el tiempo es un concepto que, por mucho que lo acotemos en relojes y calendarios, siempre se nos escapa.
Un abrazo
Lo único bueno de esa globalización, Toro Salvaje,es que nos movemos como borregos siempre a los mismos lugares y, por pura compensación, dejamos otros libres. Al final lo mejor es viajar usando una guía turística como base de sitios a los que no debes de ir 😉
Diego Jambrina
Me ha venido a la mente la estrofa de Alberti “a galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar”.
Cabrónidas
«Compre un pedazo de cielo, ¡pagando la cuota mensual». Algún día la Tierra dirá algo en un tono más alto de lo que lo lleva haciendo.
Etienne
Dicen que hay edificios que se han atrevido aún más allá de la costa, que han mojado sus cimientos con el agua salada y han sido derruidos en un santiamén.
hubo otros que armados de otros componentes, pudieron ir más allá y lograr que la azotea sea cubierta por las aguas; lo inevitable fue que ya no pudieron volver a la orilla, se quedaron en el fondo y fueron habitados por criaturas del mar, con aletas y otras con hojas y musgosas.
Nunca más salieron.
Milena
Es increíble como se construye en sitios absurdos…
La pobre Tierra está ya saturada, y el pobre mar no tiene ni sitio…
Triste mundo… Tus fotos bien lo reflejan
Beauséant
Sospecho, Diego Jambrina, que será la humanidad la que acabe enterrada en el mar, al menos en lo que se haya convertido el mar cuando terminemos de envenenarlo.
No deja de sorprenderme, además de entristecerme, Cabrónidas, lo actuales que son letras de hace, ¿cuánto?, veinte años?? cuenta de prometer
El reino de los cielos
Algunos vivillos
Lo que están haciendo
Es su propio cielo
Particular en la Tierra
Quizás allí sean felices, Etienne, en vez de soportar humanos y su absurda competitivdad, cobijan a peces que son felices siendo simplemente peces… me gusta tu visión.
Me sorprendió, Milena, empecé el paseo por una zona sin apenas gente y muy bonita y, un poco más allá, aparecieron esos edificios asomándose al mar como una amenaza. Me dio pena, no entiendo la necesidad de arañar hasta el último metro de tierra.
अनत्ता 光 心
Realmente es vergonzoso, demencial e inadmisible que se construya tan cerca de la primera línea de mar. A nadie le sorprende ya a estas alturas, es un tema sabido, pero la poca fe que uno pueda tener en la civilización se esfuma. La maldita especulación, la maldita avaricia. Lo diré esta vez sin pelos en la lengua, en absoluto: la puta economía de mierda, el puto “crecimiento” de mierda, el puto “progreso” de mierda… y así estamos destrozando el planeta. Me parece claro, de alarmismo nada… Groenlandia se cae a trozos por el deshielo. El Mediterráneo batiendo récords de temperatura del agua (propios de mares tropicales, como en el Golfo de México)… así que lo de construir así es el enésimo ejemplo de catástrofe. Miami cada vez va siendo más engullida por las aguas, por lo que sé… así que está claro dónde acabarán todas estas construcciones cuando los mares suban de nivel… indefectiblemente, que lo harán…
Necesitamos un reseteo urgente del planeta y de la “humanidad”… ja ja ja.
Ángeles
Me ha encantado la imagen de los edificios “como bañistas temerosos que tantean la temperatura del agua”. Resulta muy expresiva y un poco inquietante.
Y el mar desdeñoso, como diciendo: “Acercaos, acercaos, que ya sabré yo qué hacer”.
Y pensar que quitaron a los dinosaurios y nos pusieron a nosotros…
Saludos!
laacantha
” El bienestar para todos ” implica las consecuensias muy graves , según parece. ¿ O simplemente no sabemos gestionarlo? El problema es , cuando lo aprenderemos, será muy tarde Un abrazo.
Diego
Quizás el mar se vengue algún día, reclamando el espacio que le ha arrebatado el cemento (ya lo ha hecho alguna vez, como lo ha hecho el agua de lluvias torrenciales en las ramblas ocupadas hasta el yeyuno por construcciones irresponsables). Si vemos las fotos nocturnas tomadas desde satélites, se observa que ya quedan muy pocos enclaves oscuros (o sea, vírgenes) en la costa mediterránea. Si las fotos fueran diurnas y estivales, se vería una franja continua rosada, de barrigas chamuscándose al sol.
Beauséant
La sensación que tengo, अनत्ता 光 心, es que se hacen las normas llenas de agujeros para poder romperlas pero que parezca que “hacemos algo”. Y, claro, tampoco se aplican por igual, no es lo mismo si tienen que tirarte una casita que heredaste de los abuelos, que un bloque de apartamentos o un hotel. El progreso, que lo llaman.
Hemos hablado muchas veces de estos temas, y siempre llegamos a la misma conclusión, ¿verdad? No haremos nada, seguiremos acelerando hasta el desastre final. Y, cuando se produzca, fingiremos sorpresa y pondremos cara de no saber lo que ha pasado. No tenemos remedio
El mar sabe que la victoria es suya, Ángeles. Los edificios no se han dado cuenta, pero el mar estaba un par de centímetros más lejos hace unos años, antes de que lo comprendan ya serán una ruina, que es lo mismo que decir que ya son una ruina.
Supongo que hay una parte de egoísmo, laacantha, nadie quiere dar un paso hacia la incomodidad. Siempre que hay que tomar decisiones complicadas miramos al lado y pensamos, ¿por qué tengo que ser yo quien sacrifique algo? Y, claro, los que más tienen son los que pueden hacer leyes a su medida para no sacrificar nada. Estamos en medio de un círculo cuya salida no tiene una solución sencilla.
Es curioso, Diego, porque precisamente la frase de ya no queda nada por descubrir, la escribí tras contemplar una de esas fotos que comentas, fotografías nocturnas desde un satélite. Apenas quedaban trozos sin un puntito de luz, no hemos dejado un trozo sin rellenar.. Me ha hecho gracia lo que comentas de las fotos diurnas, me han recordado a las fotos de las focas tumbadas en las piedras al sol 🙂