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mi corazón

Te entregué mi corazón, ya viste lo poquita cosa que era: una nuececita arrugada que se esfuerza por seguir latiendo aunque lo tenga todo en contra.

No lo quiero para nada, dijiste con desdén. Aún así lo atrapaste entre tus garras y levantaste una valla de silencios a su alrededor. Con sus guardias uniformados recorriendo el perímetro, sus perros fieros y una tierra plagada de minas y carteles de peligro entre los dos.

Después te fuiste lejos, tan lejos como el olvido. Y allí se quedó mi corazón, muerto de inacción entre perros feroces y guardias uniformados.

Y, aún así, no ha dejado de latir. Lo sigo escuchando, ¿no lo oyes?.

Qué poquita cosa era mi corazón.

12 Comments

  • Beauséant

    A veces parece poca cosa, TONYERIK, pero nunca minimices la fuerza de un corazón obstinado 😉


    O qué poquita somos a secas, JOSÉ A. GARCÍA, no lo sé, a veces, a fuerza de decirte lo poco que eres , te acabas encogiendo hasta desaparecer…

  • gabiliante

    Aún lo puedes recuperar. Soborna a las fieras con dulces hasta que se mueran de diabetes, Y cuando lo recuperes, lo entregas a otra.
    Suerte, Sisifo
    Abrazooo Beau

  • Etienne

    Lo leí y se me aceleró el poquita cosa, empezó a golpetear desaforado. No estaba de acuerdo claramente con lo que mis ojos percibían.
    Somos lo que somos y podemos ser más todavía si lo deseamos. El tema es entregar el regalo a quien se lo merezca.
    Abrazooo!

  • Toro Salvaje

    Siempre miramos, yo el primero, estos desajustes amorosos desde el lado perdedor, aunque no tengo muy claro si realmente es perdedor.

    Lo que no solemos hacer es escribir sobre quienes nos entregan su corazón y no lo queremos…
    Eso es duro para escribirlo.

  • Beauséant

    Has dado en el clavo, GABILIANTE, en el fondo nadie quiere quedarse con el pobre corazón, va rodando de mano en mano. A veces despechado, a veces despechador… pobre corazón 😉


    El corazón también es muy temperamental, ETIENNE, le ves ahí, tan poquita cosa, y dan ganas de acogerlo, pero a veces se acaba volviendo una carga molesta, ¿no te parece?


    Así es TORO SALVAJE, a veces nos golpean, a veces golpeamos.. ni siempre víctimas ni siempre verdugos… Pero, claro, cuando escribes, ¿de qué vas a escribir?, pues eso, de tu versión, ¿verdad?


    ¿Acaso hay diferencia, CABRÓNIDAS?

  • María

    BEAU, si lo sigues escuchando, no puedes terminar hablando en pasado de tu corazón ; ) Si alguien desprecia un corazón , con la displicencia con la que lo hacen en tu fantástico micro ilustrado, no es que no se merezca que le entreguen ningún corazón, es que no se merece.. ni los buenos días! ; ) Aunque por lo que cuentas, me temo que la/el que tiene el problema con su corazón es ella/él, con tanto perro y tanto guarda a su alrededor. Hay personas que por no querer, no se quieren ni a ellos mismos, vamos, que no se soportan, por eso, es verdad, parece que llevan en la cara un cartel que dice, ¡peligro, manténgase alejado! .. que muerdo! jaja como los carteles de las casas amenazando con perros para ahuyentar a todo el mundo ; ) … o a lo mejor lo hacen, para autoprotegerse .. porque son unos gatitos y tienen que parecer fieros, sin serlo, qué se yo! esta vida es un completo enigma : ) Un beso!

    PD
    Estoy de acuerdo con MIGUEL : )

  • Etienne

    Jaja, es verdad que a veces dan ganas de echarlo a patadas, se pone insistente, molesto es poco, chacotón e irónico. Pero no lo desalojo porque la mayoría de las veces termina teniendo la razón que ni la misma razón entiende…

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