leer,  mirar

mi bandera

Y Dios creó a la humanidad, y después de hacerlo les entregó un planeta rebosante de vida. Todo lo que veis, dijo con la voz de las grandes revelaciones, será vuestro, pero nada os pertenecerá. No lo olvidéis nunca.

Y la humanidad fue feliz en aquel mundo en el que todo funcionaba conforme a sus deseos.

Sin embargo, ese (im)perfecto equilibrio no duro muchas estaciones. Un día, aquella raza inquieta miro al firmamento que parecía infinito y se sintieron insignificantes y abandonados a su suerte. Todo funcionaba en ese paraíso, pero nada les hacia felices.

Construyeron entonces una torre, la más alta que habían construido jamás, para poder mirar a los ojos a Dios y pedirle explicaciones sobre su soledad.

Dios contemplo aquello y sintió brotar la ira en su viejo corazón, la ira de los viejos tiempos de la que tanto se había arrepentido. Derribó la torre de un puñetazo que hizo temblar la creación, dispersó a aquella raza maldita por los caminos del desierto y les condenó a hablar miles de idiomas diferentes para que nunca lograsen entenderse entre ellos.

Pero aquella raza era inteligente, mucho más de lo que sospechaba el anciano Hacedor. Como el idioma les estaba vedado, empezaron a comunicarse por gestos. Tras muchos esfuerzos lograron aprender los sonidos guturales y las extrañas inflexiones. Después, crearon nuevos lenguajes y empezaron a intercambiar objetos entre ellos. Al principio comida, luego ropas y cachivaches; al final historias, libros y el arma más peligrosa de todas: conocimientos,.

Un día volvieron a mirar al firmamento, pero ya no con la tristeza que recubre la soledad. Lo que ardía en esos ojos era la ira.

Y Dios sintió amenazado su poder.

Tomo Dios entonces los rayos del sol y el azul del mar, el verde los pastos tras la lluvia y los tonos ocres de la fruta madura. Después bajo al inframundo donde tamizó las cenizas de los muertos que ardían eternamente y las maceró durante siete días junto al veneno de la serpiente uróbos. Con la mezcla resultante trazó extrañas runas sobre unos trozos de tela que habían sido tejidas bajo amenazas por las manos de las moiras que pueden ver lo que ha sido y lo que será.

Símbolos desconocidos que provocaban la ira, el miedo, la envidia.

Son banderas, explico el viejo Dios cuando mostró aquellos trozos de tela ante la humanidad, y a partir de este día, serán lo más importante de vuestras vidas. Añadió mientras las ondeaba sobre sus cabezas.

La humanidad recibió con alegría los presentes al no ver maldad es sus actos. Nada más hacerlo, sintieron que sus trozos de tela eran mejores que las de los otros. Creyeron que las suyas brillaban más, ondeaban más alto… eran mejores. Debían defenderlas, debían… imponerlas.

Desde ese día dejaron de contemplar el firmamento y dedicaron toda su energía y toda su inteligencia a matarse entre ellos.

Y Dios pudo, al fin, descansar.

No me gustan las banderas, quizás el peor invento de la humanidad. Cuando alguien agita una bandera siempre esconde una mentira en el envés de la tela.

Cuanto mayor es la bandera, más grande es la mentira que tratan de ocultar. No falla nunca, es una regla universal.

La única bandera que ondearía con orgullo sería esa. La del horizonte dividido por el gradiente amarillo y rojo del cielo entregándose al abismo del azul al negro del mar.

En el medio de esa bandera no faltaría el sol. El centro de todo, inmóvil en el universo, contemplando nuestras idas y venidas, nuestro breve tiempo en el que nos creemos únicos y especiales.

Esa sería mi bandera.

11 Comments

  • José A. García}

    Cuanto más divididos mejor.
    El internacionaismo obrero tuvo un límite muy marcado en la priemra guerra mundial, cuando obreros de diferentes países, que se respetaban y reconocían como tales, se mataban por formar parte de ejércitos “enemigos”.

    Saludos,
    J.

  • lanochemaslargademedianoche

    El hombre fue inventando de a poco, aquellas cosas que comprendía, aún ahora continua su búsqueda de la verdad, de la vida, del respecto y el amor, solo hay envidia, injusticias, violencia, avaricia. El mundo ya no tiene a Dios, porque perdió la fe, no cree, ¿no entienden, las religiones son mentiras claras, ‘’quiénes más perversos que los que las predican? Todo es falso… Engañan y mienten. Dios existe y nos ama, la verdadera creencia está en cada corazón
    Abrazo

  • Etienne

    Ninguno de esos colectivos escondidos atrás de consignas y banderas me son de algún agrado.No dicen la verdad, no son honestos con sus ideales, si es que los tienen y no son coherentes con nada de lo que argumentan.Sólo saben gritar, agredir y desfalcar dinero, olvidándose al segundo de cuál era el motivo que los llevó a pintar esa bandera.

  • laacantha

    El texto y los comentarios hablan de lo mismo, de lo absurdo e idiota que es un ser humano. Y yo me pregunto a si misma -es que el Señor nuestro no suele hablar con nosotros -“¿Lo llevamos en nuestros genes , la ansia de matar al otro por las ideas ? ¿Quien lleva culpa por nuestros genes? ¿ Se puede cambiar algo en el campo genético?

  • Alfred

    Menos mal que no sale el comentario desde el móvil.

    Solo decir que me gusta ese símbolo en el que se pueda reconocer todo el que quiera.

    Un saludo.

  • Beauséant

    He escrito algo parecido en instagram, José A. García, me cuesta mucho creer que no sea algo deliberado tanta división. Hombres contra mujeres, el que no tiene trabajo con el que tiene un trabajo de supervivencia, el de fuera con el de dentro. Y mientras nos peleamos por esas diferencias los de arriba siguen a sus cosas sin que nadie les vea como el enemigo común. Es más, incluso hacen negocio con esas divisiones. Hoy en día es imposible hablar de una huelga, no digamos ya de una huelga general o de algo mínimamente colectivo.


    Los de arriba que citaba en el comentario anterior, lanochemaslargademedianoche, se han ido apoderando de todo. De la patria, de la banderas y también de Dios, crearon un Dios que entrase en su discurso, que pudiesen usar para manipular a la gente. Tienes razón, nos queda lo que llevamos dentro, eso de momento no nos lo han quitado… de momento,


    No, Etienne, no tienen ideales, a no ser que consideremos como un ideal el dinero. Para ellos el dinero es la medida de todas las cosas, si tienen que sacrificar un ecosistema entero por subir dos puntos los beneficios lo harán sin dudar. Les da igual usar un bandera, una causa o una idea, cualquier cosa la prostituyen para sus intereses.


    Es una cuestión interesante, laacantha, la de los genes, para la que no tengo respuesta. Creo que a esas ansias de las que hablas se le ha antepuesto siempre la “sociedad”, como ese marco colectivo que nos hemos dado para lograr la convivencia. En esa sociedad siempre ha habido roces y tensiones que se han ido resolviendo no siempre de manera pacífica. Lo que veo ahora es una ausencia de sociedad, sólo miramos nuestro beneficio, no arrimamos el hombro por nada y así los lobos campan a sus anchas.. y no, yo no soy un lobo… así que espero lo peor.


    Sabía, Alfred, que n el mar encontrarías tu sitio, podríamos usar alguno de tus poemas como himno 🙂 Ahora me queda la duda de que me habrías dicho desde el móvil 😉

  • tonYerik

    Nunca me han gustado esos trapos no sierven mas que para dividir lo quedeberia ser algo comun. Me siento tan solo habitrante en una bola de color azul en medio de vacio.

    Estos dias me he rodeado de mis amigas verdes.

  • Maria

    Antes de nada decirte que me han encantado las fotografías, son de alucine, una preciosidad.

    Las banderas son un símbolo, así lo veo yo, un símbolo que representa algo. Cada uno es libre de creer en ellas, o gustarles o no.

    Dios creó la madre naturaleza y nosotros nos la estamos cargando. El ser humano es,o cruel por naturaleza o ignorante. Una de dos.

    Un placer leerte.

    Un abrazo.

  • Citu

    Yo creo que uno debe elegir como bansera y pais su creencias más alla del país y la politica. Te mando un beso.

  • Beauséant

    Hiciste un buen resumen, Toro Salvaje, suelen ir de la mano, pero creo que te dejaste de lado al contratista y al general, ya sabes, lo que nunca pisarán la línea del frente pero estarán los primeros para la reconstrucción y para vender las armas 😉 (a cualquiera de los dos bandos)


    En cuanto aparecen los trapitos de colores, tonYerik, ya es imposible ponerse de acuerdo en nada, tienen un algo maligno, ¿verdad?


    Muchas gracias, María, son fotografías que me relaja hacer y verlas, pones el trípode, esperas a el sol se coloque en el centro y mientras tanto respirás, oyes el mar…
    Los humanos crueles e ignorantes quizás sean una minoría, pero hacen mucho ruido, me temo.
    Un abrazo.


    Es una gran idea, Citu, deberíamos poder decidir la bandera y la nacionalidad que queremos al alcanzar la mayoría de edad, ¿te imaginas?
    Un abrazo

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *